domingo, 30 de enero de 2011

Mortadelo y Filemón

Hace algunos años ya, tuve la suerte de coincidir con Francisco Ibáñez un día del libro, un fantástico miércoles de Sant Jordi en Barcelona, con las calles llenas de gente y rosas. Y libros, claro. Iba caminando justo detrás de él y al final me atreví a saludarle. "Es un honor", le dije, mientras me extendía la mano. Me miró con cara de no creerse lo que le estaba diciendo, sonrió y me invitó al puesto de libros donde iba a firmar ejemplares en cinco minutos. Cuando llegué, en seguida me di cuenta de que aquella era la cola más larga de toda la ciudad. Esperé pacientemente hasta que llegó mi turno. Había comprado dos ejemplares de tapa dura hacía sólo un momento. Claro, ¿quién va con un tebeo por la calle normalmente? Quizá yo; hace años... Cuando llegué y le tendí los dos ejemplares me preguntó si ambos eran para mí. Le dije que no, que uno de ellos era para mi hermano. Puso nuestros nombres y un dibujo de Mortadelo justo al lado.

Hace algunos años ya que descubrí lo que Mortadelo y Filemón había significado para mí. Mis padres me lo decían una y otra vez, pero no acababa de creérmelo. Y, para mi hermano pequeño, fue igual; ambos aprendimos a leer con estos tebeos. Tal era la necesidad que sentíamos de ser independientes ante los textos que acompañaban las viñetas que aprendimos a la fuerza. Entre mis padres, mis primos mayores, mis tíos... todos aportaron algo para poder seguir con autonomía los tebeos de Mortadelo y Filemón. Más tarde, cuando nos enseñaban a leer en el colegio, parece ser que yo ya era bien capaz de deletrear "Superintendente Vicente". No por nada en especial, sino porque las ganas de leer aquellas páginas habían podido más que mi paciencia.

Así que, digamos, le debo algunas cosas al bueno de Ibáñez. Luego hubo otros, sí, pero ninguno como aquellos... En muchas fotos de cuando era pequeño aparezco con algún tebeo entre las manos. Y siempre de Mortadelo y Filemón. Será que me hago mayor, pero creo que me voy ahora a la estantería, a ver qué rescato...

miércoles, 26 de enero de 2011

Problemas con el registro en el foro

Amigos, al parecer hay algunos problemas técnicos con el registro en el foro, ya que no se envía de forma automática el correo electrónico donde hay que confirmar la cuenta. Hasta que se pueda solucionar este problema, podréis entrar, sin esta confirmación, simplemente con vuestro nombre de usuario y contraseña. Nos consta que hay bastantes usuarios que no han recibido este correo y vamos a dar de alta manualmente sus cuentas.

Recordad que os podéis registrar aquí: Regístrate y que podréis entrar a participar sin necesidad de recibir el correo de confirmación.

Lamentamos estos inconvenientes, sobre todo por los mensajes que nos hemos perdido estos días... Gracias por vuestra paciencia y, sobre todo, por seguir ahí.

Un saludo.

martes, 25 de enero de 2011

El diccionario del Diablo

A veces las estanterías de tu propia casa te guardan sorpresas positivas. Eso es lo que me ha pasado hoy, cuando he descubierto un doble fondo que no recordaba (es lo que tienen los pisos pequeños). De ahí ha aparecido un libro que compré hace varios años, El diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce. Una edición muy bonita de Galaxia Gutenberg, además. No sé si conocéis esta obra, pero vale la pena echarle un vistazo. Os dejo algunas de las definiciones que aparecen en este diccionario; nada, unas pocas de la letra "A".

Aborígenes, s. Seres de escaso mérito que entorpecen el suelo de un país recién descubierto. Pronto dejan de entorpecer; entonces, fertilizan.

Absurdo, s. Declaración de fe en manifiesta contradicción con nuestra opiniones. Adj. Cada uno de los reproches que se hacen a este excelente diccionario.

Acusar, v.t. Afirmar la culpa o indignidad de otro; generalmente, para justificarnos por haberle causado algún daño.

Admiración, s. Reconocimiento cortés de la semejanza entre otro y uno mismo.

Amnistía, s. Magnanimidad del Estado para con aquellos delincuentes a los que costaría demasiado castigar.

jueves, 20 de enero de 2011

Segundo sorteo de libros en el foro

Después de que el primer sorteo de libros en el foro nos deparase la grata sorpresa de que se fuesen para Ecuador, ya estamos en marcha con el segundo.

Como nos gusta leeros e intercambiar experiencias y consejos con vosotros, hemos querido premiar, con este segundo sorteo, la participación en el foro. Hay una serie de pasos que hay que cumplir para participar en el sorteo, todos muy sencillos.

Así que os animamos a participar a todos. Las instrucciones las podéis encontrar aquí: ¡Participa en el sorteo!

martes, 18 de enero de 2011

Odio los exámenes

Tenía que decirlo en algún momento, así que aprovecho éste. Tanto o más bueno que cualquier otro. Digo yo. No es una pataleta, que conste, pero todavía hoy, después de algunos años (tampoco tantos) no consigo entender el porqué de muchos exámenes que tuve que hacer durante la carrera. Sobre todo los de literatura. En cuanto había oportunidad, prefería hacer un par de trabajos en lugar del examen. O tres. O cuatro. O los que fuesen. No sé cómo será ahora, pero por aquel entonces la evaluación continua brillaba por su ausencia. El cuatrimestre solía ser así: llegaba el profesor, daba sus clases durante el curso y hasta el examen.

Luego, en segundo ciclo y en asignaturas optativas que elegí de otras carreras (como Teoría de la Literatura y Literatura Comparada) sí vi una metología que iba más con mi manera de pensar y trabajar. Cada semana había que preparar un pequeño trabajo, una lectura, una charla... Lo que fuese. Yo, al menos, disfruté y aprendí mucho más con esta fórmula que con la clásica de "clase x 30 + examen = depende". Insisto, no sé cómo funciona en este momento, pero si los profesores no han cambiado es posible que tampoco lo haya hecho el sistema. Le pese a Bolonia o a quien le pese.

En fin, que ya sé que me diréis que algunos exámenes son necesarios, que parece que no, pero sí... Pero es que todavía recuerdo aquel nerviosismo de biblioteca durante los días de exámenes y me dan ganas de meterme en la cama y arroparme hasta la cabeza, no sea que algún profesor mío se dé ahora cuenta de que suspendí un examen y que me aprobó por error...

Eso sí, los que estéis de exámenes, sed buenos y estudiad. Que luego no digan que aprobamos todas las asignaturas desde el bar...

martes, 11 de enero de 2011

Cumpleaños feliz

Hoy hace un año que creamos la página de facebook llamada "Los filólogos somos necesarios. Que parece que no, pero sí". Al principio, como ya dijimos aquí mismo, fue una pequeña broma entre compañeros de facultad, pero a la semana ya éramos muchos. Y a las dos semanas, muchos más. Y así... Bueno, así hasta hoy, con un proyecto mucho más amplio y que construís cada día todos vosotros, pues nos sois meros lectores o espectadores. Hacéis crecer esta pequeña comunidad que hoy cumple un año y ya somos unos cuantos...

Algo que me gusta mucho es que no sólo hay filólogos que participan, sino que hay personas de muchas especialidades diferentes o amantes de la lengua o la literatura que tienen a bien compartir sus ratos con nosotros.

Somos pacíficos, dialogantes y, en general, bastante tranquilos. Eso lo he ido viendo durante todo este tiempo, pero eso no quiere decir que no podamos reivindicar lo que consideramos justo para nuestra profesión y para la lengua en general.

Quiero dar las gracias a todos los que estáis aquí y allá (en facebook, en twitter, en el foro...) y felicitaros por este año. Nosotros sólo pusimos la idea; vosotros la habéis ido haciendo grande.

Un solo deseo al soplar las velas: que esto sólo sea el principio. ¿Estáis de acuerdo?

miércoles, 5 de enero de 2011

¿Censura en obras de Mark Twain?

Yo, personalmente, no lo acabo de entender. Esta misma mañana me enviaban el enlace a un artículo y no daba crédito. El texto entero podéis leerlo aquí.

El profesor de literatura y especialista en Mark Twain, Alan Gribben, está impulsando la edición de nuevas versiones de Tom Sawyer y Las Aventuras de Huckleberry Finn que omitan la palabra negro o el término despectivo nigger (negrata). Pretenden sustituir estas expresiones por "esclavo".

Por lo visto, ya se está generando un debate en Estados Unidos, algo que a mí no me extraña; ¿cómo se puede cambiar el lenguaje y la forma de expresarse de un texto clásico porque puede herir susceptibilidades? ¿Deberemos hacerlo con todas las obras clásicas que usen lenguaje impropio? ¿Y con las actuales? Entiendo que no, ya que sus autores estarán bien vivos para poder expresarse como mejor les parezca. Ahora, en cuanto pasen a mejor vida... Ahí ya se verá.

A mí me parece una mala idea. Muy mala. Y no es, lamentablemente, el primer ejemplo de este tipo. ¡Si hasta en la edición remasterizada de E.T. borraron las pistolas de los policías y las sustituyeron por walkie-talkies!

En fin, amigos, que lo políticamente correcto no nos quita la ilusión de la noche de Reyes.